Seguramente la visualización es la técnica de memorización o mnemotecnia más importante. El resto de técnicas que explicaremos en el taller de memoria que estamos desarrollando se asientan en ésta técnica y evolucionan a partir de ésta.
Desde hace muchos siglos se ha intentado diseñar técnicas que ayuden a recordar cosas. Por ejemplo los griegos y romanos ya usaban los acrósticos. Los acrósticos son composiciones de pequeños textos donde las letras iniciales, medias o finales de cada palabra en sentido vertical, dan sentido a una nueva palabra o frase. Por ejemplo, uno de los más conocidos es de «La Celestina» de Fernando de Rojas. El inicio y final de la frase tiene las iniciales de SONIA, que a quien se lo dedica:
Supiste una vez máS
Ocultar tu rostrO,
Negar al mundo ese doN
Impreciso pero dulce, asÍ,
Amante: tu bocA
Con el paso del tiempo se han ido depurando las técnicas y cribando las más útiles, para recordar más y mejor. Estas técnicas se basan, fundamentalmente, en la memoria a largo plazo y en el que llamaremos el trío de la mnemotecnia:
- Imágenes y escenas
- Asociaciones
- Emociones o sorpresa
Este trío es también muy usado por los publicistas, ya que éstos están muy interesados en la memoria a largo plazo, ya que necesitan que los consumidores recuerden su marca y la compren.
Imágenes y escenas
Imagínese que está escuchando la radio, donde están narrando un partido de futbol. Nuestro cerebro trata de reconstruir esa narración mediante imágenes y escenas. Cuanto más detalladas sean esas escenas, más sencillo será luego recordarlas. Si al escuchar la narración le aplicamos detalles a nuestra reconstrucción visual, seguro que estos detalles nos sirven como anclas para poder recordar mejor todo.
Asociaciones
Las asociaciones son claves en nuestro sistema mnemotécnico. Cada palabra se asocia con la anterior mediante vínculos. Estos vínculos son los que nos ayudan a que, a partir de una palabra, podamos seguir obteniendo el resto. Por ejemplo, si nos tenemos que acordar de que cuando veamos a Juan le demos una llave, podemos visualizar a Juan cargado con una enorme llave que lleva difícilmente a sus espaldas, así en cuanto le veamos, en nuestro cerebro se disparará esa asociación y recordaremos la llave.
Emociones o sorpresa
Aunque visualicemos imágenes, si no conseguimos emocionarnos o sorprendernos, el trabajo será inútil.
Es importante, a la hora de definir asociaciones, cargar al vínculo con elementos emocionales, exagerados o anormales, que no sean los habituales para que nos produzca emoción o sorpresa.
Por este motivo, en el ejemplo anterior veíamos a Juan cargado con una enorme llave, casi tan grande como él, para que nos produzca sorpresa. Este elemento hace que el vínculo entre Juan y llave se enriquezca. Por varias razones nuestro cerebro establece en estos casos relaciones más fuertes y persistentes en el tiempo.
Para poder visualizar elementos con vínculos emocionales o sorprendentes es necesario recurrir a nuestra creatividad y debemos entrenarla con ejercicios. Por tanto, en la vida cotidiana vamos a intentar aplicar visualizaciones emotivas o con sorpresa.
¿Por qué aprendemos mejor lo que nos apasiona?
Precisamente por lo comentado anteriormente, emocionalmente estamos mejor predispuestos. Como nos gusta, somos capaces de aplicar la creatividad y de realizar asociaciones.
Al hacer lo que nos gusta, estamos motivados, esta motivación suele venir porque lo que estamos haciendo implica actividades creativas. Si aplicamos las técnicas descritas anteriormente, cualquier actividad, por muy aburrida que sea, estamos incorporando elementos creativos, como son los vínculos, que nos facilitan el aprendizaje.
Los sistema de estudio actuales están muy enfocados en repetir y repetir la lección hasta que el alumno la termina aprendiendo, sin aportar nada de creatividad. Esto provoca frustración en los alumnos y que sea un infierno el estudiar, lo que lleva al fracaso escolar.
Por tanto, ya puedes empezar a practicar con la mejor técnica de memorización: la visualización, para recordar citas, pasajes, historias y lo que se ocurra.
Muy interesante.deseo mejorar las tecnicasdeestudiomias y demmis cuatrohijas que se encuentran aun en colegio
Hola Hernán, bienvenido al blog. Pues no te preocupes, hablaremos de técnicas de estudio y mucho más en este blog. Incluso, en breve, espero traeros nuevas técnicas que me están impresionando 😉
Un abrazo
DESEO RECIBIR LO QUE OFRECEN YA QUE ME SERÁ DE GRAN UTILIDAD.
En nuestro blog encontrarás un montón de información sobre aprendizaje. Y también comprando nuestro libro «Construye tu supermemoria volviendo a ser niño».
No dudo de la efectividad de estas técnicas de memorización aplicadas en algunos ámbitos y en materia bruta, es decir, información determinada pero dudo de que sea aplicable a la memorización literal de leyes pues considero al menos en mi modesta experiencia que la única técnica efectiva o por lo menos que a mí me ha funcionado y muy bien tanto en la carrera de Derecho como opositando es la repetición tanto por el canal visual como por el auditivo y a mí personalmente ni me frustra ni me aburre , todo lo contrario estoy encantado con la repetición porque me permite dominar cualquier temario e ir a cualquier examen tipo test o del tipo que sea con una tranquilidad y una seguridad aplastante pues la repetición espaciada con sus vueltas, arrastres y microarrastres son la llave que abre la plaza de cualquier oposición. No entiendo porque la repetición está tan denostada y demonizada cuando te permite a corto, medio y largo plazo asentar un temario que sin duda estará el día que tiene que estar, el día del examen.
No seré yo tampoco quien ponga en duda la técnica de los arrastres. De hecho algún día también le dedicaré un artículo porque merece mucho la pena hablar de ella. En la memorización literal de leyes debería ser importante entender el concepto de la misma antes de recordarla. Luego, para recordarla, me parece apropiado usar técnicas de memorización o arrastre.