Si la conversación es un arte, la manipulación es la virtuosidad de ésta. El éxito profesional está directamente relacionado con dominar este don. Aquí van unas indicaciones para identificar a un virtuoso de este arte y desarrollar una fuerte inteligencia emocional e intrapersonal, ajenos a las manipulaciones:
– Si quieres demostrar algo a alguien, ya estás siendo controlado.
– Si nos dejamos intimidar nos están controlando. Si la gente se da cuenta que manifestándose indignados usted se deja intimidar, aprovecharán la circunstancia para avasallarle siempre que puedan.
– Cada vez que conceda a otra persona más prestigio que sobre usted mismo se convertirá en víctima propiciatoria.
– Los virtuosos insisten a menudo en que usted conceda sus títulos o tratamientos.
– Si habitualmente una persona le hace esperar, puede que consciente o inconscientemente esté probando su docilidad.
– Trasladar un problema al pasado es otra forma vil de manipulación haciéndole sentir culpable: «Debería haber..», «deberías haberme avisado/consultado.. » , «¿por qué lo hizo así..?, «siempre lo hemos hecho así..», «si no hubiese hecho aquello…», «precisamente hace poco tuvimos un caso como el suyo y, con acierto, lo que hizo fue…»
– Si mi pasado tiene la culpa de lo que soy actualmente y es imposible cambiar el pasado, estoy sentenciado a permanecer tal y como me encuentro ahora.
– Otra técnica habitual es mostrar siempre una disconformidad en el trabajo efectuado para el manipulador: «está bien pero tal detalle se debería haber hecho así..» De esta forma te indica que todavía no estás preparado y dependes de éste.
– «Los grandes espíritus siempre han tropezado con violenta oposición por parte de mentes mediocres» (Albert Einstein)
– Nunca ganará si tiene que demostrar que usted es el ganador.
Varios de los comentarios y consejos de esta entrada proceden del libro que recomendamos de Wayne W. Dyer titulado «Evite ser utilizado».