Este es uno de los libros más famosos de autoayuda, escrito por Stephen R.Covey fallecido el año pasado por estas fechas. Escribió varios libros pero ninguno igualó a «Los siete hábitos de la gente altamente efectiva«.
Una de sus citas favoritas era:
Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito (Aristóteles)
Y su cita más famosa:
Siembra un hábito, cosecha un carácter
Siembra un carácter, cosecha un destino
Estos son varios de los puntos que indica en el libro:
Romper tendencias enraizadas requiere de un esfuerzo tremendo. Este esfuerzo se minimizaba a través de los hábitos. Por ejemplo, aprender a escuchar, a menos que quiera escuchar y tenga ese deseo, proponte que no se convierta en un hábito en su vida.
Estaba convencido de que las victorias privadas preceden a las públicas.
Hay que encontrar un equilibrio entre producción y capacidad de producción, si no se producirá el efecto de la gallina de los huevos de oro.
Producción -> trabajo diario
Capacidad de producción -> formación, preparación
Hábito 1: se proactivo
Ser proactivo es cuando nuestra conducta es producto de nuestra elección consciente. Por naturaleza somos proactivos, si nuestras vidas están en función del condicionamiento, la gente o condiciones, se debe a que por decisión consciente o por omisión elegimos a esas cosas el poder de controlarnos (somos reactivos).
Nadie puede herirte sin tu consentimiento (Roosevelt)
Ellos no pueden quitarnos nuestro autorespeto si nosotros no se lo damos (Gandhi)
Somos lo que somos, como consecuencia de nuestras elecciones de ayer. Si queremos algo, es nuestras responsabilidad hacer que así suceda. Que maravilloso es ver que al mover nosotros resortes conseguimos modificar el destino a nuestro antojo. Ante un problema, usa recursos e iniciativas. Las personas reactivas transfieren su responsabilidad, por ejemplo, dicen «tengo que ir…» Las personas proactivas eligen ellas ir.
La gente proactiva vive en el círculo de influencia, donde ellas pueden tener capacidad de decisión, todo aquello que se escape de su poder de decisión no se preocupan. Sin embargo las personas reactivas viven en el círculo periférico de preocupación, quejándose por cosas que ya no tienen remedio.
Hábito 2: un fin en la mente
Mi identidad fundamental no proviene sólo del trabajo. Si me centro en posesiones, poder, reputación, ante alguien con mayor magnitud, me sentiré inferior y a la inversa superior. Debo identificar cuales son mis centros: trabajo, dinero, estima de los demás, etc.
Hay que crear unos principios en los que basarnos para gobernar nuestras vidas. Al igual que los principios de la Constitución, podemos añadir, de vez en cuando de manera justificada, alguna enmienda.
Debemos visualizar claramente nuestro objetivo y establecer un plan.
Hábito 3: voluntad independiente
Podemos elegir libremente nuestras acciones, basándonos en nuestros principios correctos, pero no tenemos libertad de elegir las consecuencias.
Visualice su funeral, ¿está satisfecho? ¿forma su recorrido una pauta que muestre el comportamiento de su vida? ¿qué opinaría su familia, amigos, compañeros de trabajo, comunidad,…?
Disciplina es ser discípulo de mis propios valores.
A este mundo cada uno de nosotros debemos aportar nuestro granito individual.
Hábito 4: principio de ganar/ganar
Es fundamental para el éxito en todas nuestras interacciones. Se basa en las combinaciones posibles de consideración y respeto hacia los demás frente a defender mis propias convicciones. Hay que encontrar un equilibrio entre éstas para que ambas partes ganen.
Abarca cinco dimensiones:
- Carácter: integridad o valor que nos atribuimos a nosotros mismos. Identificar nuestros principios, nuestros hábitos y actividades que giran en torno a estos principios. Madurez y mentalidad de abundancia. Las personas con mentalidad de escasez se sienten mal si tienen que compartir méritos o ante los éxitos de otras personas. En el mundo hay lo bastante para que nadie se quede sin lo suyo.
- Relaciones: la confianza, la cuenta bancaria emocional, es la esencia de la filosofía del tipo ganar/ganar. Hay que forjar una relación que la otra se de cuenta que uno quiere una solución que represente una ganancia para ambas partes.
- Acuerdos: para el espíritu humano es más noble permitir que la gente se juzgue a sí misma, y no juzgarla. La supervisión autoritaria tradicional es un paradigma gano/pierdes. No tengo confianza y tiendo a controlar.
- Sistemas: La filosofía de ganar/ganar sólo sobrevive en una organización que le brinde sustento, que las recompensas sean congruentes con tales metas. El espíritu de ganar/ganar no puede sobrevivir en un medio de competencia y confrontación.
- Procesos: no hay modo alguno de lograr fines de ganar/ganar con medios gano/pierdes o pierdo/ganas.
Hábito 5: primero comprender y después ser comprendido
Hay que desarrollar la escucha empática para suscitar aperturas y confianza. La mayor parte de las personas no escuchan con la intención de comprender, sino para contestar, están preparándose para hablar. Lo filtran todo a través de sus paradigmas, leen su autobiografia a otras personas.
En la escucha empática hay que parafrasear el contenido. Por ejemplo, si un hijo dice «papá, la escuela no sirve para nada». Interpreta el contenido dándole otra forma, dos opciones que podrías contestar al hijo:
1. Ya no quieres ir a la escuela
2. Te sientes frustrado
Hábito 6: La sinergia, cooperación creativa
La valoración de las diferencias es la esencia de la sinergia. ¿Es lógico que dos personas disientan y que ámbas tengan razón? No es lógico, es psicológico. En la figura inferior, usted ve a la joven, yo veo a la anciana. Los interpretamos de diferente modo, porque hemos sido condicionados para ello.
La vida no es siempre dicotómica, si dos personas tienen la misma opinión, una de ellas es innecesaria. No necesito hablar con alguien que esté de acuerdo conmigo, quiero comunicarme con usted porque ve las cosas diferentes. Así libero la energía negativa que tal vez hayamos invertido en la defensa de una posición particular.
Hábito 7: Afile la sierra
Hay que perder tiempo en afilar la sierra, aunque se esté ocupado serrando, hay que invertir en renovar dimensiones como la física, espiritual, mental, social y emocional.
Consiste en parar, observar todo desde fuera y valorar el trabajo y consecuencias.
A veces, cuando considero las tremendas consecuencias de las pequeñas cosas… me siento tentado a pensar que no hay cosas pequeñas. (Bruce Barton)
Resumen de todos los hábitos
Cuanto más proactivos somos (primer hábito), más efectivamente podemos ejercer el liderazgo personal (segundo hábito) y la administración personal (tercer hábito).
Cuanto más efectivamente administramos nuestra vida (tercer hábito), en mayor medida podemos realizar actividades renovadoras (séptimo hábito)
Cuanto más procuramos entender (quinto hábito), más efectividad podemos buscar soluciones sinérgicas del tipo ganar/ganar (cuarto y sexto hábito).
Cuanto más progresamos en cualquiera de los hábitos que conducen a la independencia (tres primeros hábitos), más efectivos seremos en las situaciones interdependientes (tercer, quinto y sexto hábito).
Trata a un hombre tal y como es, y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser»
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