En anteriores posts ya hablamos de las técnicas de asertividad y cómo combatirlas. En este hablaremos de las comunicaciones asertivas.
La comunicación es un proceso complejo, donde la asertividad juega un papel importante. En cada palabra hablada hay un mensaje, pero también hay otros en el tono de voz, los gestos, las posturas, la mirada. Las mismas palabras comunican calor, frialdad, aceptación, hostilidad, etc.
Siempre debes evitar «emitir en tú» porque me convierto en juez. Usando la fórmula de lo que «yo creo» evito decir lo que «deben creer otras personas».
Siempre hay que negociar soluciones sin perdedor. Si se resuelve todos ganamos. Si no se resuelve, sólo hay perdedores.
Los principales motivos para desarrollar el hábito de la escucha activa:
- Escuchar reduce la tensión
- Escuchando se aprende
- Escuchando se hacen amigos
- Escuchando se gana tiempo para pensar
- Escuchando se aprende a trabajar mejor
La mente necesita tiempo y energía antes de absorber perfectamente la información.
Es importante saber cuando la otra persona está en disposición de escucharte. Evita las distracciones, la mente va más rápida que el hablante.
Conversaciones
No desplaces el centro de una conversación mostrando desacuerdo o hablando de uno mismo.
- Al oír un argumento no expresar inicialmente el propio acuerdo sino manifestar que se ha comprendido lo que nos ha dicho.
- Nunca llenéis los silencios
- Formular preguntas para animar al que habla a continuar expresándose.
Bien, parece sencillo todo, pero ¿por qué cuesta tanto?
Se debe a los condicionantes culturales, sexo, infancia, adolescencia. Por ejemplo, a las niñas desde la infancia se les ha inculcado mejor la idea de ser asertivas, sin embargo los niños tienen un entorno que los vuelve más agresivos.
También tienen mucho que ver las etiquetas, si una persona está etiquetada como agresiva, lo será o acabará siendo.
«Si me etiquetas, me niegas como persona» (Kierkegaard)
Existen muchas técnicas para ser asertivo de las que ya hemos hablado en otros posts y podéis encontrar por internet, por ejemplo aquí, pero la más común para suavizar un comentario negativo es destacar algún punto en común y que coincides, luego añadir un «sin embargo», más lo que pretendas corregir.
También puede decir lo que quiere que suceda mediante la fórmula «por lo tanto, sugiero…»
En cualquiera de los casos, la asertividad requiere mucho tiempo de entrenamiento y práctica.