Técnicas asertivas extraidas del libro “Cuando digo no, me siento culpable” de Manuel J. Smith.
Según Wikipedia: “la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.”
Justificar nuestro comportamiento
Tenemos tendencia a justificar nuestro comportamiento, este defecto subyace de nuestra creencia infantil a hacerlo ante nuestros padres. Esta tendencia se manifiesta más acusada si los padres han sido autoritarios y con demasiado control.
Por ejemplo, entras a una zapatería, te pruebas unos zapatos y le indicas a la dependiente que no te gustan:
Manipulador: ¿Por qué no te gustan estos zapatos? (dando por hecho que es inusual)
Víctima: Para no parecer ignorante, ya que el dependiente cree que debe haber una razón para que no te gusten los zapatos, contestas: Me están muy holgados
Manipulador: No se preocupe, eso lo arreglamos en fábrica –replica la dependienta
Víctima: Y también en la puntera – contestas
Manipulador: Eso también lo arreglamos, entonces ¿vamos a la caja y cerramos el pedido? – contesta la dependiente (Jaque Mate)
La respuesta idónea sería: “Simplemente no me gustan”.
Nadie debe exigirnos razones para explicar nuestro comportamiento, ni incluso nuestros mejores amigos, de ser así, puede que no lo sean, sólo están interesados en mover nuestros resortes.
Técnicas asertivas o ejemplos donde se aprovecha de este sentimiento para manipular tus propósitos:
Institución superior
Crear deberes o tareas a una institución superior a nosotros, por tanto, implica sacrificar nuestros valores, de esta forma te trasladan problemas. Por ejemplo: “si no dejas tus excusas para estar todo el día sin dar ni golpe, acabaremos por divorciarnos”. De esta forma te hace sentir culpable ante la institución superior y terminas haciendo lo que el cónyuge quiere y resentirte
La respuesta idónea sería: si de verdad no puedes aceptarme tal y como soy, efectivamente tendremos que divorciarnos.
Formas parte de un grupo
Si estás en una fila para reclamar y tu caso es complicado, la dependienta para evitarse el problema te dice:
Manipulador: Por favor, como hay muchos clientes que esperan ser atendidos, tenga respeto por los demás y vuelva mañana.
La respuesta idónea sería: si el sistema de quejas aquí no funciona, no es mi problema.
Cuando digo no, me siento culpable
La típica persona que te interroga para obtener información, manipulando tu facilidad a sentirte culpable: ¿Qué cree usted que pasaría si…? ¿Qué clase de persona….?
La respuesta idónea sería: “Lo siento, pero no lo sé”, no entres en especulaciones, no te sientas culpable por decir no.
Tenemos derecho a tomar decisiones ilógicas: no lo entiendo, no me importa, le comprendo pero…. (disco rayado)
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