Es muy importante socialmente recordar el nombre de las personas, les demuestras un sincero aprecio. Como decía Dale Carnegie:
Para las personas oír su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.
Si una persona que conoces poco recuerda tu nombre, estarás más predispuesto a hacerle un favor, tratarle mejor o escucharlo. Cuando tratamos de recordar un nombre, no tenemos que perder de vista que son dos cosas que deben ir asociadas: el nombre (elemento abstracto) y la cara de la persona (elemento real).
Primer paso: repetir su nombre
Cuántas veces al presentarnos a alguien, nos dicen su nombre, le estrechamos la mano y al momento nos hemos olvidado de su nombre. La mayoría de las veces esto ocurre porque estamos pendientes de otros detalles y nos olvidamos del más importante. Queda muy mal volver a preguntarle el nombre al cabo de cinco minutos de conversación. Un consejo, en cuanto nos presenten a alguien, repetir su nombre mediante alguna fórmula: disculpa ¿Juan has dicho, no?, o Hola Juan soy Pedro…
Segundo paso: convertir a imagen
Si nos presentan a mucha gente, con el paso anterior no será suficiente, necesitaremos aplicar alguna técnica más. Con el sistema anterior podríamos retener la información en la memoria corto plazo pero duraría cinco minutos. Nuestro objetivo va a ser superar esta barrera de tiempo recordando los nombres.
Debemos buscar un ancla visual en esa persona. Una ancla visual es una característica fisonómica que destaque en esa persona, algún elemento en la cara que llame la atención por delante del resto. Por ejemplo, puede ser una nariz muy ancha y grande, unos ojos saltones, orejas de soplillo, un tupé, pelo pincho, pelo alborotado, piel muy arrugada, verrugas, etc.
Tomamos mentalmente esta ancla visual tan característica de la persona y la exageramos, haciendo las orejas de soplillo más grandes, dejando la nariz colgante, imaginando los ojos saltones como si fuera una rana y convertirlo a una imágen. En el taller de memoria ya hemos hablado de lo importante de visualizar una imagen involucrando a todos los sentidos.
Es recomendable fijarnos en esas características tan especiales de las personas que vamos a conocer antes de que nos los presenten para ganar tiempo en el proceso de memorización y, aún más, si vamos a tener que recordar varios nombres
Tercer paso: asociar la ancla e imagen de la persona a un registro conocido
Una vez que tenemos esa imagen creada con el ancla visual tan característico, podemos recurrir a dos técnicas:
La primera técnica, la de los personajes famosos, es comparar la imagen creada de esa persona con ese ancla tan característica contra la imagen de un famoso que tenga ese mismo nombre. Si conocemos a una persona nariguda que se llama Julio, podemos imaginar a esa persona intentado disfrazarse de Julio Iglesias, como sería pero con una nariz enorme o pensar en un Julio Iglesias narigudo. Debemos buscar los elementos comunes entre ellos pero siempre, manteniendo en la imagen elementos que nos permitan identificar a la persona que nos acaban de presentar.
No conviene introducir muchos elementos del personaje famoso que tiene el mismo nombre porque podríamos perder la imagen de la persona a recordar. Es importante mantener una foto mental de la persona a recordar con ese ancla característica y determinadas facciones o detalles del personaje famoso pero no tantas como para esconder las de la persona a recordar.
La segunda técnica es para facilitar recordar un nombre, aplicar una imagen fácilmente recordable de algo físico y aplicarla al gancho visual de esa persona. Así asociamos la cara y sus facciones correspondientes de la persona, más su nombre abstracto: Julio en el caso anterior.
El objetivo de fondo es poder aplicar un elemento fácilmente recordable a los nombres abstractos de las personas y recordar la cara y sus facciones (gancho visual). Los nombres abstractos como Julio, Ramón, Ana, María son difíciles de recordar porque no son objetos físicos, ni animales, y lo peor, es que nos vienen a la memoria personas con ese mismo nombre que podrían afectar a nuestro proceso de registro al introducir ruido.
Por ejemplo, si estamos en el ejemplo anterior de una persona llamada Julio con una nariz muy grande. En vez de aplicar la técnica de los personajes famosos, usamos la del lista de imágenes para nombres propios. El catálogo de imágenes es una lista de nombre propios que publicaremos en este blog donde para cada nombre propio tendremos una imagen más fácilmente recordable. El nombre de esta imagen será parecido al del nombre propio para ayudarnos a recordarlo. A continuación muestro una pequeña muestra de esta lista de imágenes para unos pocos nombres propios:
- José = coche
- María = mar
- Natalia = nata
- Ramón = mamón (un niño mamando leche, malpensados…)
- Julio = el increible Hulk (suena como Julk…)
Animo a los que estén leyendo este blog a publicar, por favor, en los comentarios aquellas palabras que puedan ayudarnos a recordar más nombres propios. Hemos empezado a elaborar una pequeña lista y esperamos que se vaya ampliando a medida que nos vayáis mandando más nombres.
Por ejemplo, en el caso anterior, si tenemos que recordar a un tal Julio muy narigudo, podemos pensar en el increible Hulk con una nariz enorme y con facciones de la cara de la persona que acabamos de conocer. De esta forma, cada vez que veamos a esta persona, se nos vendrá a la cabeza el increible Hulk y lo asociaremos con Julio. Verdad que es muy fácil…
Si te interesa entrar en más detalle de esta técnica, haz clic en este enlace:
==> Conoce mejor nuestra técnica para recordar en segundos nombres y rostros
Bien interesante y nutrido artículo, vale la pena apoderarse de la información y multiplicarla ante grupos de alumnos ,éxitos para uds. gran manejo de la creatividad con la que se manejan en la información.
Muchas gracias Rosalba