Para poder entender cómo funciona el mecanismo de la asociación es interesante conocer la estructura de nuestra mente y cómo trabaja.
Las informaciones que recibimos a través de los sentidos, se alojan en distintas áreas de nuestro cerebro, esto lo repetiremos mucho a lo largo de este curso sobre aprendizaje y mejora de la memoria. Si vamos a una frutería la foto de la misma se aloja en el área visual, el sonido de la conversación con el frutero en el área auditiva, así con cada uno de los sentidos en su correspondiente área. Sin embargo el cerebro es capaz de reproducir la escena, siempre filtrando esta información por nuestro tamiz individual y exclusivo propio de cada persona creando un recuerdo único. Si un millón de personas entrasen en la frutería en el mismo momento que tú, tendrían distintos recuerdos cada una de ellas.
Estos recuerdos de cada área concreta: gustativa, olfativa, visual, auditiva, tactil, se asocian entre ellos para grabar un recuerdo o imagen en nuestra mente. Por este motivo, al llegar a casa y volver a oler la fruta que acabamos de comprar, es probable que el cerebro al reconstruir el recuerdo, pueda traer a la consciencia de la persona conversaciones producidas en la frutería.
Debido a lo anterior, alguna vez os habrá pasado que al ver a una persona, os habéis acordado que teníais que decirle algo. También puede ocurriros que, al pensar sobre algo, os venga a la cabeza un recuerdo que no tiene nada que ver. Se debe a que ese recuerdo ajeno a vuestro primer pensamiento, tiene algún elemento en común en determinado canal sensorial, puede que incluso inconscientemente. Puede que el sonido de una canción de fondo fuera el mismo, el olor de perfume fuera parecido, se repita una frase, etc.
Determinadas fobias también se deben a las asociaciones. Por ejemplo, un miedo al mar, puede deberse a una mala experiencia en el pasado durante la niñez. Desde entonces, aunque la persona no lo sepa, al ver el mar, interiormente le produce una angustia. El cuerpo para evitar esa mala experiencia se autoprotege generando un miedo o angustia ante esa sensación. Este mecanismo de autoprotección es el mismo que nos ha ayudado a sobrevivir durante estos años, pero en algunos casos, puede volverse contra nosotros, como es el caso.
El cerebro cuando recompone un recuerdo barre todas las áreas especializadas mediante el cuerpo calloso buscando información relacionada. Esto es lo que llamamos el proceso de asociación
Cuantos más sentidos estén implicados en un recuerdo, más fácil será recordarlo.
Teniendo en cuenta la premisa anterior es muy importante poner todos los sentidos en cualquier cosa que queramos recordar. Si queremos recordar una cita, podemos hacer uso de nuestra imaginación para recrear una situación donde pongamos todos nuestros sentidos.
Imaginemos que has quedado con el electricista el miércoles después de trabajar. Una forma de recordar esta cita es imaginar una situación donde se vean implicados la mayoría de los sentidos posibles y si esta situación es exagerada, mejor que mejor, ya que al salirse de la normalidad, el cerebro no puede clasificarla como el resto. Podríamos imaginar que justo antes de terminar el trabajo, el electricista golpea nuestra ventana de un quinto piso y va montado encima de un rayo que deslumbra toda la habitación (sentido de la vista). Además huele a quemado (sentido del olfato). Montamos a horcajadas (sentido tactil) en el rayo y salimos volando con un gran estruendo hacia nuestra casa (sentido del oído).
Este es un ejemplo de recordatorio exagerando y añadiendo elementos anomáles para dejar una mejor traza en nuestro cerebro.